Esta es mi queja...

Existen personas realmente abanderadas con el nombre de su institución... es lo primero en mencionarse, en gritarse y publicarse en todas sus homilías, es común encontrar frases como las siguientes en sus discursos, prédicas y ceremonias: "como ministro de tal institución le bautizo", o "en el nombre y autoridad de tal iglesia los declaro marido y mujer" o "Aquí se va a hacer lo que yo les predico, pues esa fue la orden que señalaron en la reunión" o "si no estás en esta iglesia te pierdes"... casi que se sienten ministros por el reconocimiento humano y no por el puro afecto de la voluntad de Cristo; pelean, evangelizan, predican y ministran arropados por estructuras humanas, mientras esperan que el humo blanco salga ocasionalmente para ver cuál será el nuevo "santo padre" que por palabra infalible gobernara sus vidas con nuevos dogmas ese año. Mientras, entre las manos, el Señorío de Cristo se va escurriendo, siendo reemplazado por el de una institución humana donde cada vez son más comunes los ¡Viva mi institución! Y más tenues las voces que en el nombre del "YO SOY", y sin nada más, le hacen frente a los faraones actuales. Oh... quiero decirles a ellos, como dirían los griegos ASTIADOS DE RELIGIÓN Y CON HAMBRE DE EVANGELIO: QUISIÉRAMOS VER A JESUS... Jn 12.20-21

Pastor José Dumar Avendaño